LIBERAR A TUS PRISIONEROS
¿Has tú, la inteligencia en ese cuerpo, liberado a tus prisioneros? Dentro de la mayoría de las personas hay, podríamos decir, una jaula de bambú. Encerradas dentro de esa jaula, están las imágenes emocionales de todas las personas que tú, en el pasado, pensaste que te habían causado infelicidad. Llevas tus prisioneros en tu pecho. Todos los prisioneros – frustración, resentimiento, odio hacia las personas – son emociones muy intensas, en la forma de apegos a aquellas personas y a aquellos eventos pasados. Incluso si las personas han muerto, la emoción continúa en el pecho.
Si tienes algún prisionero en tu pecho, vas a ponerte emocional tan pronto como tengas algún pensamiento sobre él o sobre el evento. ¿Cómo puedes esperar ser inteligente si estás guardando prisioneros, si eres vulnerable a que alguien mencione sus nombres, o a encontrártelos en la calle?
El único camino para ser inteligente y libre de esos prisioneros , es liberarlos a todos, ¡ahora! ¿Cómo te atreves a estar resentido con alguien, o con lo que alguien te hizo? ¿Cómo te atreves a ser tan poco inteligente? ¿Cómo te atreves a odiar a alguien ? ¿Cuando naciste, naciste con el odio en ti? ¡Tú naciste inteligente! Naciste con una pura y hermosa inteligencia. ¿No se supone que eres responsable de tu vida? ¿O quisieras decir que otra persona es responsable de tu vida? ¿Quieres hacer a Jesús responsable de tu vida, o a Buda?
Te aferras a estos prisioneros porque tratas de hacertr especial. Nada te ha pasado que no le haya pasado a millones de personas. Quieres personalizarlo todo, y la persona no es inteligente. Pero ¿ estoy diciendo la verdad? ¿Es eso la verdad?
Pero sabes, esos prisioneros están tan acostumbrados a estar encerrados en tu pecho que quieren regresar. Así que tienes que mantener tu puerta abierta. Debes ser inocente. ¿Qué es la inocencia? Inocencia es no guardar nada contra nadie. Tú haces lo que haces, haces lo que tienes que hacer, pero no debes guardar odio o resentimiento dentro de ti, porque eso no es inocencia.
Barry Long
© The Barry Long Trust